Vestirse Bien
Vestirse bien no significa que exista lo que es correcto y lo que es incorrecto en el mundo de la moda. Lo que sí existe y es correcto es cuando escogemos un atuendo y nos hace sentir emociones que mejoran nuestro día. Tratemos de siempre echarle ganitas a cómo nos vestimos, porque queramos o no, la ropa ejerce una poderosa influencia sobre lo que sentimos de nosotros mismos.
¿Deberíamos vestirnos bien todos los días? ¡Obvio sí! Y no pongas esos ojos, sí nos debe de importar en algún grado nuestra apariencia. Nuestro atuendo es parte de nuestra comunicación no verbal. La apariencia, la cual es una de nuestras maneras de vestir, envía un mensaje a todos los que nos rodean sin tener que hablar. De verdad, solo tenemos segundos para causar una primera impresión. No importa lo que hagamos de nuestra vida, siempre hay alguien a quien impresionar.
Vestirse bien tiene menos que ver con lo que está de moda y se trata más de cómo nos presentamos, aunque los dos están entrelazados. Vestirse bien no significa usar marcas caras o ropa de diseñador. ¡Caro no significa elegancia o estatus! Sin embargo, nos tenemos que mantener actualizados y bien informados. Vestirse bien se trata de saber quienes somos y tener confianza en adueñarnos de la ropa que vestimos.
Tenemos que conocer nuestro cuerpo y amarlo porque hasta las prendas más fashion en el mundo se verán bien en nosotros. Debemos de encontrar nuestro estilo, considerar dónde vivimos, a dónde vamos y lo que hacemos, todos son factores importantes que nos ayudan en el buen vestir. Pensemos en qué tipo de ropa es apropiada para las cosas que vamos a hacer. Para reuniones de negocios y sociales, la vestimenta adecuada varía entre países y culturas, por lo que es algo a lo que debemos prestar especial atención en un entorno desconocido.
Nuestra ropa es como nuestro currículum, debemos actualizar el CV regularmente, independientemente si estamos buscando un trabajo. Como el currículum, es necesario destacar nuestras mejores características, estar al día y seguir las tendencias, tener un estilo personal y dejar al espectador con ganas de más. Obviamente somos mucho más que solo la forma de vestir, pero que bien ayuda.
También debemos organizar nuestro guardarropa. Saquemos toda nuestra ropa y decidamos qué prendas queremos y cuales no queremos. Donar y/o vender, si no lo hemos usado en un año, no lo vamos a extrañar. Claro que podemos quedarnos con piezas sentimentales.
Vestir bien es cuestión de respeto. Siempre tratemos de vestir increíble, pero aún más en ocasiones especiales, demostraremos que nos importa. No escondamos o tengamos miedo de expresar quienes realmente somos mediante la ropa que vestimos. Cada quien puede expresarse y no sólo de manera personal, sino de manera profesional también.
Hay detalles que pueden marcar la diferencia para que no caigamos en una zona de confort. Si sentimos que nos vemos igual todos los días, entonces podría ser el momento de empezar a jugar con piezas de nuestro propio guardarropa usándolas de una manera diferente, ser creativos. La ropa que elegimos ponernos es quizás la más X, pero vestirse bien debe convertirse en un hábito.
El verdadero secreto de vestirse bien es saber qué nos funciona y qué nos favorece; conocer nuestro cuerpo, nuestro rostro, un poquito de color y protocolo. Además, tener un excelente sastre ayuda bastante.
Es una ciencia y un arte crear un marco que aborde todos los elementos del vestuario, el arreglo personal, el lenguaje corporal, la etiqueta y la comunicación hablada.
No es lo que nos ponemos, sino cómo lo vestimos. Cada día intentemos vestirnos mejor que ayer.
Así que hagámoslo bien, vivamos bien y vistamos muy muy bien.
Y no se nos olvide siempre disfrutar el arte de vestir.
P.D. Si te gusta la cultura pop y el buen chisme, escucha El Poptail Podcast en tu plataforma de podcast favorita.
“Dressing well is a form of good manners.” -Tom Ford
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